jueves, 29 de septiembre de 2011

Hoy me siento extrañamente feliz, loca, viva e invencible. Tengo ganas de darle la vuelta al mundo, de convertir lo malo en lo bueno; de comerme la tristeza y pasar de todo.
No es que el mundo me resbale, ni tampoco que absolutamente TODO me de igual, sino que me he dado cuenta de que lo importante en la vida, simplemente es lo bueno, lo feliz, lo fuera de lo normal, lo extraño, lo que nos hace sentir bien, los pequeños detalles, las sonrisas, las carcajadas, los saltos, los gritos, los abrazos, los besos, la locura, la impaciencia, la diversión, los viernes por la tarde, las tonterías, la amistad...LA FELICIDAD.


Felicidad. Cuanto tiempo sin poder presumir de que la tengo, de que puedo tocarla, de que la siento. Cuanto tiempo sin experimentar esa sensación, esa adrenalina que te recorre el cuerpo, que te hace tocar el cielo, indestructible, fuerte y especial. Ni los miedos, ni la inseguridad hoy podrían conmigo.


Estoy tan agarrada a la felicidad, que no puedo soltarla nunca; o más bien no quiero. Porque, al fin y al cabo, la felicidad es la droga más adictiva: cuanto más tienes, más necesitas.


2 comentarios:

  1. La felicidad puede llegar muy grande y bonita cuando estas al lado de la gente que te quiere... gracias por pasarte! cueenta con mis comentarios! (LL)

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