viernes, 14 de febrero de 2014

Labios rotos y heridas en la espalda.

Corazones parados. Mil heridas que curar y cientos de puñaladas a la espalda sangrando el veneno restante que recorría las venas de su sistema sanguíneo. Humo en los pulmones y ceniza obstaculizando la tráquea, sin ni siquiera poder respirar el aire contaminado que envolvía su atmósfera. Traiciones en cada célula de su piel y espinas incrustradas en el estómago. Cuchillos clavados a la altura del corazón y un cuerpo al borde de la hipotermia, congelado por la falta de primaveras y las temperaturas bajo cero. Labios rotos y heridas en la espalda, fruto de confiar en exceso y del consiguiente asesinato. Susurros en lugar de palabras revolviendo su cabeza, y rotos que coser por todo el cuerpo. Hojas caídas y tormentas por venir que eternizaban un invierno sin posibilidad de primaveras, ni de estíos, ni veranos... También mentiras, que se extendían por los tejidos de su organismo como si de una enfermedad se tratara. Cicatrices que se volvían a abrir, ojos hacia el infinito y cardenales causados por los golpes que estaban por venir. Errores no curados y pasados no olvidados. De todo un poco, sellando una sentencia de muerte que nos lleva a esta autopsia donde el salto desde un precipio rompió todos sus huesos y una bala voló su organismo en millones de pedazos poniendo fin a las malas decisiones, a las grandes decepciones y a las penas y traiciones que no lograron salir de su cuerpo a tiempo. A tiempo para evitar esta muerte tan súbita; a tiempo para salvar aquello que luchaba por bombear vida.

 Vía:http://u-dobru-i-u-zlu-ti-i-ja.tumblr.com/post/69677766704